viernes, 2 de junio de 2017

Auto-diagnóstico de eso que llaman cabeza, cuerpo y algo más.

Llevo ausente un tiempo la verdad, no por convicción propia, ni tan siquiera por imposición. Simplemente estoy fuera, fuera de cobertura, fuera del mundo, fuera de mi cabeza. Estoy siendo un espectador de mi propio cuerpo, de mis acciones y sus consecuencias.Tengo miedo. Miedo de mi mismo, miedo de en que me he convertido. Un puñetero cuerpo errante, que huye de cualquier problema en lugar de afrontarlo. Un escurridizo ser que resbala entre las afiladas rocas de la vida. Quizá me considere un hilo frágil pasando entre las hojas de afiladas tijeras, ansiosas ellas por cortarme y ansioso yo por que lo hagan. No sé, creo que mi día a día se ha convertido en eso, en ver como consigo terminar en mi habitación oculto tras la puerta sin que nada ni nadie pueda acercarse. Y joder, es muy duro salir a la calle pensar que todo el mundo te mira(aún sabiendo que no es así). Es horrible eso de tener que, digamos, agradar a todo público convertido en espectador de tu vida, pero más aún es ver como no cumples con tus expectativas tú mismo, ver como no llegas al baremo que tú mismo te habías puesto, darte cuenta de que ha pasado un día más y lo único que has hecho a parte de estar tumbado en la cama y ducharte, (para tratar de ponerte en marcha) ha sido no haber realizado nada productivo. ¿Habré tocado fondo? o a lo mejor es un falso suelo que me aporta esa falsa sensación de seguridad...
Y lo que es casi peor es que no trato de ponerle remedio al 100%, sólo un 70% y es gracioso porque al estar escribiendo esto me doy cuenta de que no puede ni debe ser así y trato de borrar lo escrito para autoengañarme y pensar que si no está escrito pues no es verdad, pero ésta vez han ganado la batalla mis manos, dirigidas por el capitán llamado cuerpo y en primera línea de combate, mis señores dedos, repartiendo a diestro y siniestro, sin contemplación alguna e incluso ensañándose con alguna que otra letraaaaa(como con la 'a' ). Pero una vez más aquí no acaba la cosa, lo 'peor' es que este es el típico arranque que te nace en un momento dado pero, pasan unas horas, te duermes, el cuerpo se relaja y la batalla la vuelve a ganar el bando contrario, la cabeza. Pero más jodido aún es el darte cuenta que no hay dos bandos, que no hay un cuerpo y una cabeza luchando entre sí, que los dos forman un todo y el uno sin el otro no funcionan y no sirven en absoluto.
Ilusos de mierda, se creen que combatiendo un poco van a alcanzar la victoria en la guerra y lo único que hacen es ir perdiendo batallas, porque sí, ganaran el conflicto bélico, pero pierden la batalla contra la vida( y es que a grandes rasgos es así, la puta vida, están luchando por vivir sin darse cuenta de que lo realmente importante es que colaboren y luchen juntos, unidos). Lo pierden todo por culpa de estar tan obzecados en un sólo pensamiento, no abren sus mentes, no contemplan distintos puntos de vista, no admiten distintos puntos de vista, están ciegos, sordos y son gilipollas. Así de claro y así de alto, en definitiva soy yo así que sí, soy un puto ciego de mierda( ciego mental, que es muchísimo peor que otras muchas cegueras), también soy sordo, no me escucho, no escucho los pensamientos de nadie, no escucho nada en absoluto, sólo oigo jaleo a mi alrededor, ruidos y golpes fuertes, tortazos de realidad difusa y absolutamente confusa que no hacen más que sumirme aún más en una habitación negra con unas ventanas cada vez más altas. Es tan angustioso sentirse así, que nada más quedan dos opciones, al igual que a un paracaidista: te dejas caer o tiras de la anilla para dentener la caída.

De momento sigo cayendo, estoy tratando de alcanzar la anilla, pero sin éxito.

(Quizá el primer paso sea reconocerlo...)

Intento número 1, aproximación a la realidad, vislumbro cada vez más cerca el suelo, hay que darse prisa.