miércoles, 6 de junio de 2018

La grieta

Nunca se sabe cómo aparece, pero un día sin más, reparas en ello, piensas: "eso ha estado ahí o acaba de salir" . Y acto seguido vuelves a tu cotidianidad sin resolver el problema. Cada día que pasa ese desconchón sigue ahí, sólo espera que un día te acerques y toques un poco para poder desprenderse (de ti o de la pared). Lo peor es que vuelves a él como elemento discordante en tu monotonía, como buscando respuestas , pero todos sabemos que esas respuestas ya las tienes y lo único que hace esa hendidura es proporcionarte la confirmación de cualquier sospecha.

Hoy se separa unos centímetros más, hoy se resquebraja un poco más la pintura.
He conseguido aguantar con un poco de cinta y tapando el desperfecto, como si no existiese, pero hoy ha salido a la luz. Hoy puedes meter el dedo y notar el fondo, rascarlo e incluso sacar el dedo algo manchado. Me pongo manos a la obra con los materiales para cubrirlo, pero como siempre, mejor lo dejamos para mañana. Y aquí sigo, contemplando, como poco a poco se viene abajo, sin ponerle remedio, bueno más bien sin saber cómo hacerlo.
Hoy sólo tengo una certeza, y es que esa grieta está ahí y no sé quién se va a comer a quién.