viernes, 28 de agosto de 2015

Insomnio como compañero de noches.

Se que puedo dártelo todo, lo sé. Estoy seguro de poder hacer todo, y de hecho, pienso hacer todo para que seas feliz, para mantenerte a salvo, conseguir que estés cómoda, agusto contigo misma. Soy capaz incluso de ir ahora mismo allá donde estés si me lo pides.
Son casi las tres de la mañana y sigo sin poder dormir,  otro día más para el diario de insomnio. Llevo asi aproximadamente un mes, estoy cansado de no poder dormir, cansado de no cansarme de luchar por ti, cansado de, aún viéndote con ella, no poder parar de albergar una mínima esperanza, estoy cansado de autoengañarme diciéndome que volverás, que caerás y yo estaré ahí para cogerte. Estoy demasiado cansado de escribir y escribir sin resultado alguno. Total, antes, todo esto tenía un sentido y era la posibilidad de que tú lo leyeras( esto era así porque antes al menos sentías algo, ahora ya... En fin) lo único bueno que tiene todo esto es que al menos mientras escribo y hasta que no paro de darle vueltas a las palabras, todo se olvida, el dolor y la amargura de no tenerte, desaparecen.
Podría decirse que la razón por la que escribo es esa, sí, escribo porque durante las milésimas de segundo que mi cabeza repite las letras que se van escribiendo unas Detrás de otras, todo se olvida, todo desaparece, nada existe, ni tú, ni yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario