domingo, 19 de junio de 2016

Apreciándose.

Si te mueves lentamente, si mueves las manos y los dedos muy lentamente, podrás apreciar la belleza del movimiento, y la increíble sensación que se tiene cuando ves como eres capaz de mover tus dedos tan despacio y al mismo tiempo, caerás en la cuenta de la increíble prisa y ansiedad con la que nos movemos. Y ya no digamos la prisa con la que pensamos, observamos, comemos bebemos, besamos... Por eso mismo, si te apetece, ( y creo que es así, si no no estarías aquí leyendo esto) vuelve a leer este pequeño texto desde el principio, deteniéndote en cada palabra, cada coma, leyéndolo pausadamente y verás la preciosidad de voz interior que tienes ( esa cuando lees para tus adentros).

Y ya como última cosa, de nada.
(Esto no hace falta que lo leas despacio y con calma, o quizá sí y sea la clave de todo...)

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