viernes, 13 de enero de 2017

La retirada.

Nadie sabe nada. Ninguno de nosotros sabemos lo que somos,  ni si quiera sabemos dónde vamos. Estamos sin rumbo,  somos cuerpos con cabeza, alma y prejuicios. Llenos de ira, miedos,  pero sobretodo de desidia. No tenemos ganas de nada,  ni de comernos si quiera.  Estamos agotados de tanta mierda, repletos de información dudosa, que al fin y al cabo,  nos desinforma. Lo queremos todo al instante,  sin pelos ni señales. Inventamos la ley del segundo,  esa con la que cada acto tiene una consecuencia. Inmediata, imperfecta y repleta de basura redundante e incoherente. Como todos los escritos,  como todos los pensamientos,  como cada cimiento, como cada gerundio. Y furibundo es como me siento, sentado en medio de medio mundo viendo fútbol, cobrando millones cada ser inmundo,  mientras otros,  moribundos se dejan las costillas en alguna foto de algún periodista que busca la exclusiva en cualquier revista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario