sábado, 25 de abril de 2015

Dejémonos de tonterías.

Ojos cerrados, prietos como si los sujetase una tira de celo transparente. De vez en cuando, se movían como consecuencia de los miles de pensamientos que se le pasaban por la cabeza. Sus labios temblaban con miedo a ser descubiertos. Temblores interumpidos por espontáneas sonrisas nerviosas con ganas de salir. Nariz pequeña y redondeada, perfecta para ponerse roja en un día de frío. Pelo por detrás de las orejas, colocado estratégicamente para resaltarlas. Cuello repleto de besos no dados, de escalofrios no recorridos...
En fin, mucha palabra, muchos ojos muchos temblores y muchas hostias, pero sigo esperando a que abras los ojos y me beses de una puñetera vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario