El corazón no entiende de sentimientos.

Llueve, una tormenta se acerca, centímetros de distancia entre sus labios. Será eléctrica dice ella, será magnética dice él.
Ella se mete en su corazón, lo abre de par en par. Lo investiga, lo analiza minuciosamente y no pierde detalle alguno de todos sus engranajes. Le hace volar, la nota dentro de su corazón. Consigue hacerle levitar y lo sume en un sueño profundo. Le sale una sonrisa y al instante vuelve en sí.
En aquella época había menos de todo, pero todos sentían tenerlo todo ya que nadie necesitba más. Querían sentir el preciso instante en que el sueño y la realidad se fundian en uno solo.
La atracción entre ambos era demasiado fuerte, era magnética, era un sueño y una realidad. Por desgracia ahora es demasiado tarde, el corazón está congelado y él ya no siente nada, su corazón se ha parado. Lo que nadie sabe, es que ella tiene la llave para darle cuerda.