Se me hace difícil viajar en una dirección sin ti al lado. Me cuesta seguir el rumbo que marca mi cabeza, mi corazón quiere volver a por ti, se niega a aceptar que te hayas ido. Pero mi cabeza quiere vivir, experimentar, quiere y necesita procesar nuevos deseos, anhela sentir un nuevo amor recorriendo por sus neuronas. En cambio el corazón, sigue empeñado en volver a por ti, en hablarte con las manos, en transmitirte todos sus latidos y, sobre todo necesita notar hervir la sangre al verte, requiere de un nuevo ritmo, otra canción que le de una vuelta de tuerca.
Y luego estoy yo, que necesito un cambio de aires que oxigine mi sangre y ya de paso la cabeza, me hace falta un cambio, un viaje, un beso, un abrazo y un pecho en el que poder llorar, sacar todo lo malo, todo sentimiento de culpa, vaciarme para poder volver a llenarme de nuevas experiencias, de nuevos ojos, nuevas sonrisas, nuevos besos, nuevos cuerpos...
sábado, 20 de febrero de 2016
Cosas de gigantes.
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