domingo, 8 de marzo de 2015

Sombras vistas a contraluz desvelando todo su interior.


No era ni de noche ni de día, era sin más.
Estaba atardeciendo, la puesta de sol se estaba convirtiendo en noche, una noche que parecía todo lo contrario por la brillante luna que nos deslumbraba.
Y si, aunque parezca increíble era así , la luz del atardecer y la luz de la luna juntas, ocultas por una silueta que deja un halo alrededor de sí como si de magia de tratase. Todo en ella era mágico, desde su punta del pie hasta su coronilla. De fondo esa canción que te envuelve y transporta a otro lugar dentro de ti tan extraño y acogedor que...no sabes ni como explicarlo. Estas agusto, como si fueras con el puntillo de tres copas, si, podría describirse así. El puntillo de tres copas.

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